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Por Alberto Methol Ferré
Muy buenos días a todos. El asunto es intentar hacer unos esquemas básicos para ver si nos entendemos nítidamente. Numero uno: ¿cuál es el rasgo de la era contemporánea? Dicho en forma rápida: es la era del fin de los Estados Nación que emergieron en el siglo XIX. Los ingleses, los franceses, los alemanes, el japonés, el italiano. Esos cinco eran como arquetipos del Estado-Nación del siglo XIX. Esos estados, todos individualmente, hoy son totalmente secundarios y han sido sustituidos en forma ostensible, desde la segunda mitad del siglo XX, por la URSS y por los Estados Unidos de América, o sea, han emergido como potencias mundiales dos gigantescos estados industriales de índole continental. Estamos en el salto de lo que muchos autores piensan que es la sustitución de los Estados Nación por los Estados Continentales, que en el fondo son desarrollos del Estado Nación, pero de dimensiones gigantescas, en comparación con Inglaterra, Francia, Alemania, etc., que pasan a ser estados totalmente secundarios, tomados por sí mismos, salvo que hagan la Unión Europea, que es el intento de formar un Estado Continental.
Y salvo que América Latina logre formar un estado continental de América del Sur o del conjunto de América Latina podrá hacer algo en la historia. Sólo si el mundo árabe con muchos paisitos chiquitos, algunos muy ricos y otros muy pobres, forman un gran estado continental, dejará de hacer lo que hace hoy que es auto eliminarse irracionalmente en una inutilidad histórica ejemplar. Entonces, me parece que es útil decir que se nos plantean los problemas de la integración porque tenemos la necesidad de configurar un estado continental para poder ser una sociedad protagónica en el mundo. Con estados medianos o pequeños integramos el coro de la historia como lo somos hoy. Ese me parece que es el axioma número uno.