Bienvenidos a la Bahía

sábado, 7 de abril de 2012

Los seis mitos que aún encubren el conflicto

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Por Virginia Gamba

Primer mito: Gran Bretaña no negocia bilateralmente con la Argentina porque los deseos de los isleños son supremos.

La cuestión Malvinas está definida en Naciones Unidas como una disputa por la soberanía de tres grupos de islas que forman una sola unidad: las Malvinas, las Georgias y las Sandwich del Sur. Esto fue siempre entendido así por ambas partes y es aún sostenido como tal en la Argentina y en la ONU. Sin embargo, en 1985, unilateralmente, Gran Bretaña dividió el grupo en dos territorios diferentes: las Malvinas, por una parte, y las Georgias y Sandwich del Sur, por la otra. Londres podrá negarse a negociar bilateralmente con la Argentina las Malvinas -indicando la supremacía de la voluntad isleña-, pero no puede aplicar la misma excusa en las Georgias y Sandwich del Sur. Con lo cual, Gran Bretaña no puede escudarse en la voluntad de los isleños para no negociar bilateralmente la soberanía sobre las Georgias y Sandwich del Sur, que es claramente una disputa entre dos países, sin población local de por medio.
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jueves, 5 de abril de 2012

Malvinas en la Cuestión Nacional

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Por Enrique Lacolla

Excelente análisis de Enrique Lacolla que desnuda al progresismo derrotista, que todavía contribuye a disminuir la confianza de los argentinos en sus propias fuerzas, y en el valor de sus héroes.

El año de la guerra de Malvinas se dio en un contexto global muy peculiar. Estados Unidos hacía una década que había salido del pantano de Vietnam y buscaba algún tipo de terapia para superar ese trauma. Bajo la égida de Ronald Reagan, estaba lanzando un ambicioso programa de reajuste económico (que pronto sería denominado neoliberalismo), rearme militar y presión sobre su contrincante global, la Unión Soviética. El medio oriente era, como de costumbre, un polvorín debido a la ocupación israelí de Cisjordania y a la ambición de Tel Aviv, nunca desmentida por los hechos, de crear un Gran Israel que absorbiese esos territorios. La URSS estaba en decadencia: su economía estaba estancada y para colmo había decidido aceptar el desafío armamentista norteamericano y había expandido su arsenal nuclear, aunque su inferioridad en los campos decisivos del combate moderno convencional –la aptitud de generar software y tecnología de avanzada- era conocida por amigos y enemigos. Al mismo tiempo estaba empantanada en su batalla contra los muhaidines en Afganistán, fabricándose su propia guerra de Vietnam a menor escala. La tensión de este esfuerzo no tardaría muchos años en precipitar la implosión soviética y de abrir un nuevo capítulo en la historia contemporánea.
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sábado, 31 de marzo de 2012

Desmantelar la desmalvinización

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Recomendamos la siguiente nota de Federico Bernal aparecida hoy en el excelente suplemento "Malvinas, tiempo de descolonización" que sale todos los sábados en Tiempo Argentino. Va por su sexto fascículo, y continúa. A nuestro entender, representa el trabajo de investigación más serio que se está realizando hoy en día sobre el tema. Recomendado para salir de los lugares comunes y vencer a la autoflagelación derrotista de la desmalvinización.

El 2 de abril de 1982, la República Argentina recuperó las Islas Malvinas luego de 149 años de ilegítima ocupación británica. La Comisión Rattenbach (puntos 286 y 287) opinó al respecto: “Con ese acto, la nación reivindicaba un objetivo histórico y mostraba su determinación de hacer respetar sus derechos sobre un territorio irredento. Además, estas justas aspiraciones habían sido reconocidas sucesivamente por las Naciones Unidas a partir del año 1965 siendo sistemáticamente resistidas por Gran Bretaña. Al cabo de 17 años de infructuosas negociaciones y 149 de reclamaciones, la ocupación militar se daba como un recurso extremo para denunciar y comprometer ante el mundo a una potencia colonialista que se negaba obstinadamente a negociar con seriedad el futuro de las islas, desconociendo los documentos emergentes de la opinión internacional, expresados a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas.” La naturaleza justa y legítima del acto de recuperación –tal como afirma el Informe Rattenbach– sería luego ratificado por la justicia argentina en la denominada Causa N° 59 (Archivo de la Cámara Federal) en el juicio a la Junta por las responsabilidades del conflicto bélico. El fallo del 26 de julio de 1988 (fiscal de Cámara Luis Gabriel Moreno Ocampo) declaró: “La Fiscalía, […] acepta expresamente que la conquista de Malvinas fue un acto de legítima defensa; eso aquí no se discute, ni en ningún foro internacional se condenó a la Argentina como agresora, menos la Fiscalía estaría dispuesta a decir esto.


domingo, 18 de marzo de 2012

¿Donde está el Diablo?

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Por Guillermo Levy *

Traemos esta reflexión sobre las recientes dos entrevistas que realizara un periodista español al ex-dictador Rafael Videla. Ayuda a comprender mejor que fue el autodenominado "proceso de reorganización nacional". No se trató de matar gente porque sí. No se trató unicamente de la inhumanidad de sus ejecutores. Fue un plan de amplio consenso social generado desde los círculos de poder oligárquicos, para tirar abajo las chimeneas que levantó Perón, desarticular y endeudar el Estado, y despolitizar la juventud movilizada. Aquel proceso, que continuaron los gobiernos "democráticos" empezó a revertirse el 25 de mayo de 2003, cuando el pueblo torció el rumbo, aunque Videla y todos los conservadores liberales lo lamenten.
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viernes, 16 de marzo de 2012

Capitalismo británico y colonialismo en los orígenes de la minería argentina

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Por Federico Bernal

Una cuestión de fondo y causa de todos los males mineros pasó desapercibida durante el reciente conflicto suscitado en Famatina, provincia de La Rioja. Y para comprender la causa de todos los males mineros, mejor aún, para comprender lo mucho que aún resta avanzar en tan imprescindible actividad -fuente crucial para la capitalización nacional y la industrialización- nada mejor que recurrir a la historia… real. Sin una minería nacional y popular (extensible a los hidrocarburos) no habrá bases sólidas y perdurables para la profundización del modelo vigente. El capital foráneo como actor fundamental y exclusivo del desarrollo minero en el país resulta tan anacrónico como el colonialismo en Malvinas, por cierto íntimamente emparentados. Pero, y a propósito de las denuncias que vinculan al capital británico que opera en el país con la exploración petrolera en las islas, preguntamos: ¿cuándo es que nace la vinculación entre colonialismo y minería? ¿Cuándo comienza la derrota de una minería nacional?
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lunes, 12 de marzo de 2012

La Victoria de Malvinas

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Por Jorge Abelardo Ramos  
 (1983)

La autopropaganda inglesa durante siglos transformó en frase de uso común el hecho incierto de que “Gran Bretaña perdía todas las batallas y ganaba todas las guerras”. Ahora ha ocurrido lo contrario. En estas líneas me reduciré a exponer ese hecho irrefutable.

En los últimos cien años la Argentina se integró al mercado mundial dominado por las potencias anglo- sajonas. Desde Roca hasta hoy, en que el sistema ha saltado por los aires, nuestro país se desenvolvió como provincia agraria de Europa. La articulación entre la Europa industrial y la Argentina exportadora de productos primarios permitió un prodigioso crecimiento hasta 1930. En la crisis mundial, la orgullosa factoría de estancieros gordos y vacas flacas se estrelló como el “Titanic” en el iceberg de la década. Volvieron todos los parásitos de París, aterrados por la baja de los precios del ganado. Se hizo célebre la frase: “Quel difference, de París a l’estance”.

Gracias a la depresión mundial, se abrió la posibilidad en los países semicoloniales, de iniciar la marcha hacia la industrialización. La segunda guerra benefició de nuevo a la Argentina al aislarla de las potencias occidentales, absorbidas por sus sangrientas querellas. La prosperidad del mercado interno, los nuevos obreros, la joven burguesía industrial y la aparición de Perón son los signos externos de la nueva época. El nacionalismo industrial de Perón, sin embargo, encontró en la oligarquía un implacable enemigo.

Aunque el peronismo constituyó un gigantesco avance industrial en todos los órdenes, la hegemonía cultural de la europeización en el sistema cultural y educativo no cedió. Parte de las clases medias, a la rastra de los patrones de prestigio de la sociedad oligárquica, constituyó la “base de masa” del poder imperial y sus aliados internos. Como había ocurrido en las dos guerras mundiales (1914–1918 y 1939–1945), la partidocracia y una parte notoria de la “inteligencia” sostuvieron ardorosamente a los “aliados” anglo- yanquis o sea a los explotadores coloniales directos de la Argentina.

Esas mismas fuerzas conspiraron contra Perón entre 1946 y 1955, en que lograron derribarlo. Se trata de los mismos sectores “democráticos” que a partir del 2 de abril se niegan a aceptar el carácter heroico de la gesta, se obstinan en pagar la deuda externa a la banca inglesa y tienden una cortina de humo sobre este grandioso acontecimiento del siglo XX. Han reemplazado todo análisis sobre el imperialismo invasor por una insustancial palabrería dirigida al comicio. Son los apóstoles vacíos de la “democracia formal”. Ayer reverenciaban a Roosevelt y a Churchill. Hoy lo hacen con Mitterrand, Felipe González y otros escandinavos. Todos ellos son representantes del colonialismo europeo; bloqueadores de la Argentina. De este modo, la guerra de Malvinas, como lo afirma burlonamente la señora Thatcher, habría sido la lucha de la “democracia inglesa” contra la “dictadura argentina”.

miércoles, 7 de marzo de 2012

La Rebelión del Gaucho Rivero

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Por José Luis Munoz Azpiri (h)
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Antonio Rivero, pastor y esquilador de ovejas de la colonia de Puerto Soledad, acompañado de otros ocho gauchos, el 26 de agosto de 1833 se rebeló contra la autoridad inglesa y dieron muerte a algunos funcionarios. “Hasta enero –dice José María Rosa– estuvieron las Malvinas bajo el control de los gauchos de Rivero.”

Las familias de los colonos ingleses fueron confinadas a un islote y alimentadas por los sublevados. En octubre llegaron algunos balleneros ingleses, pero no se atrevieron con los amotinados; debió esperarse a enero de 1834, en que una goleta de guerra consiguió imponerse y Rivero y los suyos cayeron presos. Se les hizo un proceso en el buque “Spartiate”, de la estación naval británica de la América del Sur. Tan inicuo, que el Almirante inglés no se atrevió a convalidarlo, y prefirió desprenderse del asunto desembarcando a Rivero y los suyos en la República Oriental del Uruguay. El cabecilla fue dado de alta en el ejército argentino por Rosas, para morir, como era su ley, el 20 de noviembre de 1845 peleando contra los ingleses en la Vuelta de Obligado.
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lunes, 5 de marzo de 2012

Verdad y Justicia para la Causa de Malvinas

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Declaración en repudio de la agresión que sufriera la rectora de la Universidad Nacional de Lanús Dra. Ana Jaramillo. Por la dignificación de nuestra memoria colectiva, repudiamos la agresión.

Los abajo firmantes repudiamos la agresión de la cual fuera objeto la Sra. Rectora de la Universidad Nacional de Lanús, Dra. Ana Jaramillo, por parte de un grupo de ex combatientes de Malvinas autodenominado “Memoria, Paz y Soberanía”, en un documento publicado el domingo 26 de febrero de 2012 en el periódico Página 12.

En democracia todo debate debe ser recibido con beneplácito. Todo intercambio de ideas no hace más que enriquecer y fortalecer el sistema. Pero dicho intercambio debe encontrar límite preciso en la dignidad de las personas, un derecho humano universal y reconocido por nuestro texto constitucional.

Entendemos que quienes suscribieron el documento, maliciosamente, han intentado desconocer el expreso y sistemático compromiso de Ana Jaramillo con la lucha por la vigencia integral de los derechos humanos en nuestro país y en América Latina, además de su incansable batallar contra la dictadura cívico militar que asoló al país a partir del 24 de marzo de 1976.

Entendemos asimismo que la artera agresión contra la rectora de la Universidad Nacional de Lanús no constituye un hecho aislado, sino que forma parte de un dispositivo que intenta clausurar el debate y la discusión democrática, recurriendo para ello a la infamia y a la descalificación hacia todo aquel que proponga la revisión de nuestra historia.

La injusta y reiterada acometida contra Ana Jaramillo no se encuentra guiada por una eventual exaltación discursiva. Muy por el contario, responde a una matriz intelectual incapaz de comprender y hacer suya esa memoria popular por la que sus autores solo sienten vergüenza y a la que desprecian desde todo punto de vista. Quienes así proceden viven las expresiones vitales del pueblo como una amenaza que podría arrebatarles el privilegio de ser los dueños de la verdad y de la historia. El miedo no es zonzo, tienen razón.

A lo largo de tres décadas, la desmalvinización ha sido justamente esto: la clausura de todos los debates, el secuestro de la verdad y la justicia, la imposición del silenciamiento y la apropiación de los sitiales del saber. No importa si es de derecha, liberal o progresista, la desmalvinización es por principio autoritaria.

sábado, 3 de marzo de 2012

Soberanía Nacional o Dependencia

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Por Ana Jaramillo 

Tengo clara la prudencia con la cual el Gobierno encaró el mandato constitucional en defensa de la soberanía sobre las Islas Malvinas, buscando el diálogo, el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas, el reconocimiento de quienes lucharon en el momento y su merecido homenaje.

Como no hago suposiciones, me interesaría saber qué intereses defienden los argentinos que proponen como solución al conflicto sobre la soberanía de Malvinas la autodeterminación de los habitantes, como lo hace Cameron, y no el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. ¿Quiénes sostienen esta postura, sabiendo que la mitad de la población son militares residentes en una base militar? ¿Qué intereses defienden aquellos que mataron con la indiferencia a más de cuatrocientos veteranos que se quitaron la vida? ¿Qué intereses defienden quienes quieren hacer aparecer a los veteranos como víctimas de la dictadura y no como patriotas que lucharon en una guerra, y a la población en general que apoyó y apoya los derechos sobre las islas como manipulados e irreflexivos? ¿Qué intereses defienden aquellos que desconocen el mandato constitucional y la ley de educación que nos indica la necesidad de enseñar la historia de Malvinas con perspectiva latinoamericana y defender nuestra soberanía? ¿Qué intereses defienden quienes se asustan y sostienen que es peligroso divulgar y difundir el pensamiento y la historia de aquellos que hasta hace muy poco tiempo eran desconocidos por la mayoría de los jóvenes que ingresaban en las universidades?

Queremos recordar la preocupación de José Hernández en 1869 sobre quién defendería la causa Malvinas y nos escribía: “Los argentinos, especialmente, no han podido olvidar que se trata de una parte muy importante del territorio nacional, usurpada a merced de circunstancias desfavorables, en una época indecisa, en que la nacionalidad luchaba aún con los escollos opuestos a su definitiva organización. Se concibe y se explica fácilmente ese sentimiento profundo y celoso de los pueblos por la integridad de su territorio, y que la usurpación de un solo palmo de tierra inquiete su existencia futura, como si se nos arrebatara un pedazo de nuestra carne. La usurpación no sólo es el quebrantamiento de un derecho civil y político; es también la conculcación de una ley natural. Los pueblos necesitan del territorio con que han nacido a la vida política, como se necesita del aire para la libre expansión de nuestros pulmones. Absorberle un pedazo de su territorio es arrebatarle un derecho, y esa injusticia envuelve un doble atentado, porque no sólo es el despojo de una propiedad sino que es también la amenaza de una nueva usurpación. El precedente de injusticia es siempre el temor de la injusticia, pues si la conformidad o la indiferencia del pueblo agraviado consolida la conquista de la fuerza, ¿quién le defenderá mañana contra una nueva tentativa de despojo, o de usurpación? El pueblo comprende o siente esas verdades, y su inquietud es la intranquilidad de todos los pueblos que la historia señala como víctimas de iguales atentados. Allí donde ha habido un desconocimiento de la integridad territorial, hemos presenciado siempre los esfuerzos del pueblo damnificado por llegar a la reconquista del territorio usurpado”.

El Instituto Dorrego, como todo el pueblo argentino, seguirá defendiendo la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.

Fuente y texto completo: Pensamiento Nacional

jueves, 1 de marzo de 2012

La Ley Gaucho Rivero: el honor y el coraje del pueblo Argentino. Acá no se rinde nadie.

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Como en Obligado, en Tierra del Fuego no se permitió el amarre de los barcos piratas ingleses. Las cadenas de Obligado, hoy son una LEY. Una ley que se construyó en la protesta popular, en los puertos, en las escuelas, en calles y los muros. Impulsada por la organización Resistencia Patriótica, ex-combatientes, sindicatos, en suma, por el pueblo argentino movilizado. La LEY GAUCHO RIVERO marcó la cancha. No los queremos. No vamos a aceptar su presencia. Hay que extender el bloqueo a la bandera pirata a todos los puertos y helipuertos, argentinos y suramericanos. Las provincias de Santa Cruz y Chubut ya lo hicieron. Río Negro y Buenos Aires darán tratamiento a normas similares en cuanto se inicien las sesiones legislativas. El Mercosur ya bloqueó la bandera kelper, pero no aún la británica y todas sus otras banderas de conveniencia (banderas de otros enclaves coloniales británicos que usan sus buques). En el sur de la Patria los ingleses se tuvieron que volver. No van a volver a amarrar donde el nombre del Gaucho Rivero se haga ley. El pedido de nuestro Ministerio de Industria a empresarios nacionales para disminuir y cortar el comercio con Gran Bretaña es otro paso adelante, como así también, la petición de que los vuelos a Malvinas salgan de nuestro suelo. Hay que tocarles el bolsillo, porque la prepotencia de los ingleses no cesa. Cada vez usurpan más y más territorio marítimo argentino, unilateralmente. Por esto y por nuestros muertos, los de Malvinas, pero también por los de Obligado, y por los de las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Por ellos seguimos peleando. Cuando no hubo otra cosa los combatimos con aceite hirviendo, no necesitamos nada más que huevos y orgullo para que esta causa contagie también a los pueblos suramericanos. No hay otra causa actualmente para la Patria Grande que sucite tanto la unidad y la conciencia antiimperialista necesaria para liberarnos. Acá no se rinde nadie. Acá seguimos la guerra. No hay punto final para Malvinas. ¡Viva la Patria carajo!.

Lee más sobre Malvinas en este blog.
Más información y noticias sobre Malvinas en: El Malvinense
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Tiempo de Descolonización

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Reproducimos hoy un excelente prólogo general de Federico Bernal para el suplemento especial "Malvinas, tiempo de descolonización" que está saliendo en Tiempo Argentino desde el sábado pasado, 25 de febrero. Continuará saliendo todos los sábados hasta el 23 de junio. Sin dudas, una trinchera de combate más contra las zonceras que todavía fomentan el derrotismo desmalvinizador. Recomendamos seguirlo con atención.

Por Federico Bernal

El histórico decreto presidencial 200/2012 ordenó la desclasificación del Informe Rattenbach. Entre sus considerandos se lee: “Que (…) el permitir a la sociedad el acceso al conocimiento del contenido del referido Informe y/o sus antecedentes documentales, brindará a todos los argentinos mayores elementos de juicio para estudiar ese período de nuestra historia, y en especial, de lo sucedido durante el conflicto del Atlántico Sur.” En sintonía con tan fundamental lineamiento, es que desde este suplemento nos proponemos brindar a los argentinos y argentinas mayores elementos de juicio sobre lo acontecido antes, durante y después del conflicto del Atlántico Sur. No es ninguna casualidad que Memoria, Verdad y Justicia haya terminado con la impunidad a los genocidas recién con el regreso de la democracia real, y no en 1983 sino 30 años más tarde. De igual forma, no es ninguna casualidad que los primeros actos remalvinizadores desde el 14 de junio de 1982 recién se verifiquen con el advenimiento de gobiernos democráticos, nacionales y populares. ¡Memoria, Verdad y Justicia para nuestro pueblo! ¡Memoria, Verdad y Soberanía para nuestras Islas Malvinas!

miércoles, 29 de febrero de 2012

El Vuelo de los Cóndores

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... esas olvidadas islitas del sur,
en una fría mañana del Onganiato,
se incendiaron al paso de aquellos nacionales.
[Jorge Falcone, Un dardo clavado en el sur]
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Por Roberto Bardini
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Un día de primavera, 45 años atrás, dieciocho muchachos peronistas desviaron un avión de pasajeros en pleno vuelo, aterrizaron en las Islas Malvinas e hicieron flamear banderas argentinas en el lejano territorio usurpado. Fue uno de los primeros secuestros aéreos del siglo XX. La excluyente y selectiva historia oficial argentina -liberal antes, neoliberal hoy, conservadora siempre- continúa ignorando esa pequeña gran gesta patriótica.

martes, 28 de febrero de 2012

Malvinas: de militares cautos y civiles decididos

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Por Roberto Bardini

Una mañana de mayo de 1982, dos argentinos se presentaron en la delegación diplomática de su país en Perú y solicitaron hablar con el embajador, que por esos días era un oficial de la marina de guerra. El representante del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional instaurado en marzo de 1976, contralmirante Luis Sánchez Moreno, se sorprendió al escuchar los nombres de los inesperados visitantes a la embajada: Oscar Bidegain y Ricardo Obregón Cano.

Ambos habían sido gobernadores tras las elecciones generales que el 11 de marzo de 1973 ganó la fórmula Cámpora-Solano Lima, del Frente Justicialista de Liberación Nacional (Frejuli). Bidegain, de la provincia de Buenos Aires; Obregón Cano, de la provincia de Córdoba.

Los dos, vinculados a la llamada “tendencia revolucionaria” del peronismo, habían tenido que renunciar a sus cargos en 1974 –Bidegain en enero, Obregón al mes siguiente– a causa del embate de los sectores ortodoxos del movimiento. Los dos, además, habían sido condenados a muerte por la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y tuvieron que abandonar el país.

El almirante Sánchez Moreno sabía perfectamente que sobre ellos pesaba una orden de captura del régimen militar –que él representaba en Perú– por ser miembros de la Mesa de Conducción del Movimiento Peronista Montonero, junto con Mario Firmenich, Roberto Perdía, Raúl Yager, Fernando Vaca Narvaja, Eduardo Pereyra Rossi y Rodolfo Puiggrós.


miércoles, 15 de febrero de 2012

A Famatina hay que pensarla

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Por Hernán Brienza

Famatina es una de esas palabras que tienen demasiada significación para la historia argentina. Desde el siglo XVII cuando fueron descubiertas las riquezas que escondía en su vientre se ha convertido en un cerro mitológico. Por ejemplo, en su imprescindible libro "Facundo y la montonera", el actual secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y Rodolfo Ortega Peña demostraron lo cruciales que fueron los enfrentamientos políticos, comerciales y económicos entre el gobierno centralista de Martín Rodríguez y la defensa federal del riojano Facundo Quiroga. En ese texto sus autores sugieren la tesis de que la guerra civil entre unitarios y federales estalló, justamente, por causa del choque de intereses entre un grupo nacional de protoempresarios –liderados por Facundo y Braulio Costa, entre otros– y la casa internacional de Baring Brothers, que sostenía a la Famatina Minning Company. Por aquellos años, la década del ’20 del siglo XIX, Bernardino Rivadavia fue, primero, hombre fuerte del gabinete de Rodríguez y, finalmente, bajo ciertas condiciones irregulares, presidente de la República. Fue el representante no oficial de los negocios británicos en estas tierras –basta recordar que fue quien inició el endeudamiento externo argentino– y abogaba por un progreso liberal apoyado en las inversiones extranjeras como única palanca de desarrollo. La publicidad inglesa aseguraba que en La Rioja llovía oro y se montó alrededor de la posibilidad de la mina un negocio fraudulento inmanejable. Por esa razón, Famatina está en el nudo de la historia argentina, y cuando alguien grita “el Famatina no se toca”, acierta en una consigna que conmueve desde la profundidad del pasado y apela a viejas disputas por la soberanía nacional.

lunes, 13 de febrero de 2012

Los progresistas confunden el patriotismo antiimperialista con el fascismo

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Por Fernando Pablo Cangiano
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- Ex soldado Combatiente de Malvinas -

En Página/12 del 21/01 el periodista Luis Bruschtein (LB) escribe una Editorial que lleva el título de “Patriotismos”, en donde reflexiona en torno al conflicto de Malvinas y su significado. Por tratarse de un intelectual influyente dentro del círculo oficialista podemos suponer que sus opiniones expresan la opinión de un sector del progresismo más o menos cercano al kirchnerismo.

La nota es interesante y merece un análisis exhaustivo pues va directo al tema central que evoca la reivindicación de Malvinas: la relación que existe entre la guerra de 1982 en el Atlántico Sur y la cuestión nacional en un sentido más general, es decir, la defensa integral de las riquezas del país, tanto en el plano material como inmaterial (cultura, valores, etc.).

domingo, 12 de febrero de 2012

El ADN del poder económico

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Por Eduardo Anguita

El ranking de las empresas que más facturan en la Argentina puede resultar un ejercicio de autoflagelación si se pierde la paciencia. También puede permitir comprender algunas de las medidas concretas que el gobierno está tomando en dirección a poner la lupa sobre las ganancias de las grandes compañías en orden a evitar la evasión –elusión de impuestos– así como a frenar el drenaje de divisas hacia sus casas matrices. No se trata sólo de mejorar la performance de la balanza comercial argentina sino de optimizar los recursos que el Estado tiene tanto a la hora de ejercer la recaudación tributaria como de evitar la fuga de divisas. También, y parece ser una de las claves de este año que comienza, para recuperar la gestión pública en la economía. Lo de la autoflagelación viene a cuento de que, entre las diez empresas que más facturan, tres fueron completamente del Estado y ahora son mayoritariamente de capitales extranjeros. Se trata de YPF, Telefónica y Telecom. Los datos están tomados de la revista Mercado y corresponden a 2010. Otra empresa de ese selecto ranking, Techint, es de origen privado, pero está en el tope de la facturación merced a haberse quedado con Somisa, que ahora es Siderar y es la empresa que mayor facturación aporta al grupo presidido por Paolo Rocca. En el caso de YPF y de Telecom, la participación argentina privada proviene de empresarios del mundo de las finanzas (Grupo Eskenazi y Grupo Werthein respectivamente). Y es muy interesante ver que en el top ten de facturación está el Banco Nación, que resistió el pillaje de las privatizaciones y desde 2003 va orientando su cartera no sólo a productores rurales sino a pymes. Es decir, con una orientación en la dirección contraria a la concentración económica propia de la casi totalidad de las grandes corporaciones. Si se amplía la nómina a las 12 empresas que más facturan, tres se dedican a la comercialización de oleaginosas y granos: Cargill, Bunge y Louis Dreyfus; las dos primeras tienen sus sedes en Estados Unidos y la tercera en Francia. Hay otra petrolera –la brasileña Petrobrás–, una de automóviles –la alemana Volkswagen– y dos de venta minorista –la francesa Carrefour y el grupo chileno Paulmann–. En vez de la autoflagelación es mejor un poco de análisis.

–Primero: fuerte presencia de empresas petroleras y del grupo Techint que tiene negocios propios en gas y petróleo pero además es el proveedor excluyente de caños para el sector energético. Un sector energético que con el aumento de la demanda del sector generó un agujero en la balanza comercial de 2011.

–Segundo: peso decisivo de las comercializadoras de granos multinacionales en un país como la Argentina que apuesta al plan estratégico agroalimentario como parte de su soberanía económica.

–Tercero: gran peso de las dos telefónicas que se quedaron con Entel con un modelo de duopolio pergeñado por el menemismo hace más de 20 años.

–Cuarto: concentración en manos extranjeras de la venta minorista en un país donde la cadena de comercialización deja altos márgenes de ganancia y es generadora de aumentos en el costo de vida.


El 2 de Abril de 1982, heroíca locura

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Orgullo. Los piratas rindiéndose el 2 de Abril. Ese día hicimos recorrer por el mundo la imagen de una potencia colonialista y prepotente rindiéndose. Unimos a Iberoamérica tras la justa causa de la recuperación de las Malvinas. Y el pabellón nacional flameó en nuestras islas. La "aventura militar inoportuna" fue la de los ingleses que apenas restaurada nuestra soberanía, mandaron sus barcos piratas a enfrentar el valiente asedio de los argentinos que, reconocido por ellos mismos, daño seria y gravemente su flota. Nosotros solo nos defendimos. No "invadimos" las islas. Las islas son nuestras, lo que hicimos fue recuperarlas. La invasión la perpetraron, una vez más, ellos. Como lo hicieron varias veces, y lo seguirán intentando. Nuestra causa es justa, y por ser justa, fue, es y será justa siempre. Como dijo el Padre de la Patria, los argentinos no somos empanadas que se comen de un solo bocado. Para continuar con nuestra campaña malvinizadora, enfrentando al derrotismo, presentamos otro artículo al respecto.
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Por José María Rosa

El 2 de abril se abre – ¿o se reabre? – un nuevo capitulo en la historia. La recuperación de las Malvinas ha tocado hondo en la fibra patriótica del pueblo.

Nos despertamos con el orgullo de sentirnos una nacionalidad que campea por su respeto. Y eso ha venido – desconcertadamente – tras un período en el que no brillaba precisamente el patriotismo y nuestra Argentina se repartía a pedazos entre los poderosos. Cuando esperábamos de un momento a otro la anunciada privatización del subsuelo, los militares nos salen con esta página de gloria y responsabilidad.

De “heroica locura” la calificamos en nuestra nota del pasado abril. No queremos saber qué propósitos la dictaron. Si fue por un irresistible impulso patriótico, o medió la consideración de que EE.UU. nos acompañaría en la patriada. Si fue esto último – lo que no creemos – debemos convenir que nuestros jefes no están al tanto de la historia contemporánea, como desconocen la historia pasada.

Los EE.UU. no solamente son los más firmes aliados del Reino Unido, sino que nunca, nunca, aceptaron, pese a la doctrina Monroe, la argentinidad de los archipiélagos.

El 28 de diciembre de 1831 – un año antes de la agresión británica que nos quitó las Malvinas – entró al puerto Soledad un navío disfrazado de mercante francés; pero en realidad era un crucero de guerra norteamericano que venia a “DARLE UNA LECCIÓN” AL GOBERNADOR ARGENTINO Luis Vernet. Se llamaba “El Lexington” y lo capitaneaba el comandante Silas Duncan.

Apenas desembarcó sus marines, sin que los cañones de la fortaleza pudieran impedirlo, los norteamericanos se apoderaron de esta defensa; validos de la sorpresa, clavaron los cañones, apresaron a los defensores, robaron los cueros de vacuno y lobos marinos que había en las barracas, y acabaron por embarcar en su navío a las familias pobladoras. Entendía el comandante Duncan que los argentinos no tenían derecho a impedirles la cacería que efectuaban los norteamericanos en las islas, que eran "tierra de nadie” a juicio del capitán. El gobierno argentino protestó y exigió indemnización. Protesta tanto más fundada por cuanto al año del atropello, y aprovechando el desguarneclmlento en que quedaron las islas, el capitán inglés Onslow, al mando de su corbeta de guerra "Clio”, y cumpliendo instrucciones de su gobierno, se apoderó de las islas.

Sabemos de la historia de la protesta argentina ante los británicos. Veamos lo que ocurrió con los norteamericanos. Rosas – gobernador en 1835 – dio instrucciones al ministro argentino en Wáshington, que era el general Alvear, para que reclamara por la conducta del capitán Duncan y obtuviera la indemnización correspondiente. Pero el secretario de estado, Daniel Webster, respondió que "suspendía" el pedido argentino “hasta tanto se arreglara la controversia pendiente entre el gobierno argentino y la Gran Bretaña acerca de la jurisdicción de las islas". Lo que motivó que las relaciones argentino-norteamericanas quedaran interrumpidas.

Estados Unidos quería eludir la pertenencia argentina de las islas para ahorrarse indemnizar la conducta del capitán Duncan. No fue la única oportunidad. En julio de 1885 el ministro argentino en Wáshington, Luis L. Domínguez, propuso someter a árbitros el monto de la indemnización. El presidente norteamericano prefirió contestar de una manera indirecta; lo hizo en su mensaje anual al Congreso, calificando de "piratical colony” el establecimiento argentino. A este propósito, respondió Vicente G. Quesada, con un enjundioso alegato jurídico e histórico (excelente como todos los suyos), demostrando la argentinidad de las islas, y que el desmantelamiento hecho por el marino norteamericano en diciembre de 1831 fue la causa eficiente para que el reino unido se apoderase de las islas en enero de 1833. Este alegato de Quesada, que lleva fecha 9 de diciembre de 1885, fue desechado por el Secretario de Estado Norteamericano - Thomas F. Bayard, el 18 de marzo de 1886, porque "la República Argentina encuentra sus derechos controvertidos por la Gran Bretaña y hasta que no se resuelva este pleito no puede reclamar indemnización por presuntos desmanes cometidos en lo que no es su territorio".

Suponemos que nuestra cancillería ignora estos documentos – no obstante encontrarse en su archivo de Relaciones Exteriores –, dado que aceptó la tercería del Secretario de Estado Haig para dirimir el pleito. No haremos el cargo de ignorar la historia del siglo XIX a quienes evidentemente no parecen que supieran las relaciones actuales entre los EE.UU. y Gran Bretaña.

Debemos hacer muchas cosas después del 2 de abril: Entre ellas, estudiar nuestra auténtica historia, que se ignora plácidamente a tenor de los discursos oficiales.

Pero tenemos la certeza de que las cosas cambiarán. La recuperación de las Malvinas no se va a detener en la devolución de los archipiélagos, debe devolverse la Argentina, la Argentina íntegra, con sus ideales, sus industrias, su pueblo y su historia. No es tiempo de “procesos” ni “reorganizaciones”, sino de encontrar la Patria. La Patria auténtica. Un pueblo decidido a triunfar puede vencer a un enemigo militarmente más poderoso. Lo vencerá a la corta o a la larga. Es una lucha de liberación y la historia contemporánea enseña que suelen durar años.

Triunfaremos, sin duda, triunfaremos, porque en la lucha de los pueblos contra los imperialismos triunfan los pueblos. Pero lo más importante es recuperar el sentido heroico de la vida argentina. Por eso, aun en el caso de que las cosas no nos fueran militarmente favorables, si se mantiene firme el espíritu patriótico, la derrota es honrosa cuando se cae con gallardía, sin abdicar ninguno de los ideales. Perder las Malvinas por las armas sólo significaría que posponemos su recuperación. Hay mucha sangre vertida para abandonar el propósito de lograrla.

Importa, sí, ¡y mucho!, que perdamos las Malvinas en la mesa de negociaciones La perderíamos entonces para siempre. Y perderíamos algo más: la fibra patriótica que evidentemente tiene nuestro pueblo. Cundiría el desaliento, y nos seria difícil recobrarlo. Cuidado con las negociaciones diplomáticas, señores del Proceso. No les tenemos fe para hacer diplomacia, como no les tenemos fe para hacer política. Los militares han nacido para héroes. No empañen el titulo glorioso ganado el 2 de abril, con la pifiada que van a presentarles, llena de palabras equívocas y aviesos propósitos.

Que flamee en los archipiélagos la bandera argentina. Pero sola, sin compañía. Que no hay soberanía compartida. Todo el pueblo argentino, toda América Latina, tiene la esperanza de que el 2 de abril se haya abierto un nuevo capitulo de la historia de América. No los defraudemos.

sábado, 11 de febrero de 2012

La pesada herencia… cultural

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El autor del siguiente artículo es el compañero sanjuanino de la Corriente Causa Popular, profesor universitario y escritor, Elio Noé Salcedo. Aquí sale a discutir con el periodista Luis Bruschtein de Página 12 y su artículo Patriotismos, publicado el 21 de enero del corriente año, donde erróneamente pretende condenar la recuperación de Malvinas, en 1982, por la naturaleza no democrática del gobierno que la llevó a cabo. Desde la tradición de la Izquierda Nacional y en la línea de los artículos que aquí estamos publicando, Salcedo explica el peso que la tradición cultural demoliberal ha impuesto en el debate público argentino.(La nota y la introducción al artículo fueron extraídas del blog de Julio Fernández Baraibar)
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Por Elio Noé Salcedo

Caer en la trampa (consciente o inconsciente) del dilema “democracia o dictadura” para quitarle importancia y valor histórico al acto de recuperación de nuestras Islas Malvinas el 2 de abril de 1982 comporta una tipo de colonialismo de izquierda afín al pensamiento conservador de derecha.
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jueves, 9 de febrero de 2012

Abelardo Ramos y el Informe Rattenbach

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"El Informe Rattenbach: Vendido a Mayor Precio que su Valor Verdadero"

 - Artículo del 23 de noviembre de 1983 -
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La comisión Rattenbach pide la pena de muerte para los tres oficiales que decidieron la ocupación de las Malvinas. El pedido pinta de cuerpo entero a Rattenbach y colegas. Y pensar que pasaron largos años de sus carreras cantando el Himno ante todos los mástiles de la República para pedir calma, finalmente, cuando llegó la hora de marchar y morir. Ahora dicen que se trata de una "aventura militar inoportuna". ¡Y la Nación ha gastado montañas de buenos sueldos para empollar generales herbívoros, que tiemblan ante Occidente y sólo piden muerte o prisión perpetua para sus camaradas!. Sin embargo, detrás de las penas que piden para Galtieri está el propósito de enterrar para siempre la memoria colectiva el hecho prodigioso e imborrable de que luchamos en desigualdad de condiciones con los dos imperios más poderosos y pérfidos de la tierra.

Triste misión la de Rattenbach. Con los chismes de Casino, y acopio de errores técnicos, improvisación, cobardía, -en suma, gajes de toda guerra-, quieren sepultar, con la benevolencia de la "opinión mundial", a los jóvenes héroes que enrojecieron con su sangre el mar austral y eclipsar el giro espectacular de la perdida conciencia nacional de toda la América Latina, puesta de pie cuando tronaron los cañones de la Argentina. Esa es la victoria política que obtuvimos sobre Gran Bretaña y es justamente esa victoria la que desean nublar estos tristes redactores del informe Rattenbach. No me extraña en absoluto. ¿No es el mismo Brigadier Rey que firmó el decreto como integrante de la dictadura de Lanusse, otorgando a la Reina de Gran Bretaña el laudo para resolver el problema del Beagle? Ahora pretende condenar a muerte a los que guerrearon contra Inglaterra. "Vaya usted a hacer Patria con esa gente", dijo Bolívar, refiriéndose en su tiempo a sujetos semejantes.

El imperialismo mundial, simulador incesante de las "formas democráticas", quiere poner la mano sobre nuestro uranio enriquecido, que nos sitúa como el único país del Tercer Mundo que se encuentra en el umbral de la revolución científica y tecnológica de nuestra época, si sabemos avanzar más allá; y quiere apoderarse de nuestras empresas estatales para cobrarse la deuda externa.

El informe de Rattenbach se incluye, lo sepan o no deplorables autores, en esa campaña mundial para inferiorizar a los argentinos. Pero no van a prevalecer, me atrevo a asegurarlo.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Malvinas: las quince intimidaciones que revelan el plan de Gran Bretaña

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Con ustedes el príncipe de la pérfida monarquía británica. Hoy, en camino a nuestras Islas Malvinas, para seguir su entrenamiento militar. A continuación reproducimos una nota de Federico Bernal, que enumera las recientes provocaciones del imperialismo inglés. No podemos dejar de estar alertas. La vía diplomática y la presión económica, es el camino a seguir, pero si hay algo para tener en claro es que ningún poder se suicida; y que sobretodo esta clase de poderes, son capaces de emprender guerras bajo cualquier pretexto cuando se trata de restaurar sus privilegios. El imperialismo se burla de cualquier reclamo formal. Es preciso reconstruir nuestras fuerzas armadas, e integrar todos los aspectos estratégicos que hacen a la defensa nacional.
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sábado, 21 de enero de 2012

¿Qué es un Escritor Nacional?

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Traemos este texto del imprescindible Hernández Arregui a raíz del debate entre intelectuales que ocupa hoy los medios de nuestro país. Creemos necesario volver a las raíces del pensamiento nacional y popular. Si se quiere profundizar hay que retomar la palabra de Manuel Ugarte, Scalabrini Ortíz, Arturo Jauretche, Abelardo Ramos, Fermín Chavez, Rodolfo Puiggrós, entre tantos otros de los nuestros que aún hoy siguen silenciados.

Por Juan Jose Hernandez Arregui
(Extracto de Nacionalismo y Liberación - 1969)

Una simple recorrida por las librerías de Buenos Aires, atestigua el hecho. tan comentado en los últimos tiempos, del repentino interés de los lectores par los libros que hacen referencia al país. La observación, sociológicamente considerada es verídica.

Pero lo que se soslaya y en la vida social todo esta de alguna manera coordinado - es que - tal "literatura nacional", es protegida, promovida y canalizada por organismos empresarios y universitarios, etc. que de algún modo mantienen e industrializan esa producción, y a un tiempo, preservan los controles culturales sobre el país a través de un amplio sistema de ventas y propaganda.

Es verdad, que esa literatura, se vuelve ahora, hacia una temática argentina y no interesa su contenido de clase, en alguna una forma a pesar de las variantes que puedan encontrarse en tales manifestaciones literarias, ligado al mas grande movimiento de masas de Iberoamérica: el peronismo.

viernes, 20 de enero de 2012

FF.AA., Industrialización y Soberanía Científico-Tecnológica

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Por Federico Bernal
Junio de 2011

En su alocución durante la última cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, la Presidenta de la Nación y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas enfatizó una y otra vez la importancia que el desarrollo de una tecnología propia en materia de Defensa representa para el país. En este sentido, reivindicó la política oficial de seguir dotando a las FFAA de “un rol muy activo en el desarrollo científico y tecnológico” nacional, así como también en la fabricación de armamento que tienda a disminuir su importación. “Los países que nos lo venden –recordó la mandataria–, jamás transfirieron tecnología y por lo tanto siempre conservamos [con ellos] una fuerte relación de dependencia”. Minutos más tarde y levantando su copa, la primera mandataria brindó para que el pueblo, junto a sus “instituciones armadas para siempre vinculadas a la democracia, a las instituciones y a la subordinación al poder civil vuelvan a hacer el ejemplo de desarrollo científico-militar que alguna vez tuvo nuestro país”. Desde Martínez de Hoz en adelante, aunque de forma drástica durante el alfonsinismo y el menemismo, las FFAA fueron directa e indirectamente desmanteladas. Así hasta 2003. Igual suerte corrieron las fábricas y los establecimientos de la Dirección General de Fabricaciones Militares, y su proveedor estratégico de combustible, YPF. Pero allí cuando el neoliberalismo atentaba contra el complejo industrial y científico militar argentino, un lejano y diminuto país asiático lo fundaba y profundizaba. En efecto, apenas unas décadas de declarada su independencia de la Corona británica en 1965, gobierno y FFAA de Singapur emprendieron una política de desarrollo científico, tecnológico, industrial y de recursos humanos (civil y militar) digna de conocerse y reconocerse. En esta Argentina del bicentenario, el triunfo definitivo de las grandes mayorías precisa, tal como ha ocurrido siempre, del resurgir de la línea industrialista de nuestros militares. Fuerzas Armadas, economía nacional e industrialización. Pueblo, ciencia y Fuerzas Armadas. La presidenta Cristina Fernández abre las puertas y cultiva las condiciones objetivas y subjetivas para que florezcan mil generales, almirantes y brigadieres industrialistas.

domingo, 15 de enero de 2012

El Shin Beth: un Estado terrorista "hacia adentro" (Tortura y desaparición de personas a manos del Estado Israelí)

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Por Norberto Ceresole 
Extacto de "La Falsificación de la Realidad
(Libertarias, Madrid-Buenos Aires, 1998)

En el mes de mayo de 1987, el Gabinete Ministerial del gobierno israelí constituyó una Comisión especial con el objetivo de encuadrar legalmente la práctica de la violencia (tortura) aplicada por los interrogadores de los Servicios Generales de Seguridad (SGS), israelíes, o Shin Beth, a los palestinos y otros árabes detenidos, tanto dentro de Israel como en los Territorios Ocupados (TO). Como presidente de esa Comisión fue nombrado un antiguo Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia de Israel, el Juez Moshe Landau.

La Comisión emitió un Informe, aún hoy vigente, pero en proceso de perfeccionamiento, como veremos luego, pocos meses después de constituida, el 30 de octubre de 1987. Ese Informe se hizo público, excepto un Apéndice que hasta el momento permanece secreto. Han pasado diez años desde la publicación de ese vergonzoso Informe. Diez años durante los cuales hubo en Israel "alternancia en el poder", pero ningún gobierno lo modificó ni lo sustituyó. Lo que demuestra, una vez más, que esas "alternancias en el poder" no son más que intrigas palaciegas, y que el engaño constituye una parte vital de la estrategia perenne del Estado judío. La parte pública del Informe reveló que entre 1971 y 1986 los interrogadores de los Servicios Generales de Seguridad (SGS), o Shin Beth "... mentían sistemáticamente cuando eran citados por los tribunales de justicia para declarar sobre la forma en la que habían obtenido las confesiones de los detenidos. Según la Comisión, esto ocurría sobre todo en confesiones de detenidos de los Territorios Ocupados. La Comisión puso además de relieve que el uso de la fuerza física en los interrogatorios constituía un método oficialmente reconocido, aprobado y recomendado en el seno de las SGS" (Informe: Presos Políticos Palestinos en Israel y Áreas Autónomas, Madrid, febrero de 1997, editado por el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, con el 16 patrocinio de Asociación contra la Tortura, Asociación Libre de Abogados, Comité de ONG para la Cuestión Palestina, Jueces para la Democracia y Unión Progresista de Fiscales).

¿Cuál fue la actitud y cuáles las "recomendaciones" de la Comisión Landau, ante esta práctica masiva de la tortura, que ya estaba "reconocida, aprobada y recomendada" dentro de los servicios de seguridad israelíes, o Shin Beth? De manera contundente la Comisión aseguró que esas "normas internas" eran básicamente lícitas, argumentando que "... los terroristas carecen de derecho moral alguno para exigir que el Estado les garantice los derechos civiles convencionales", y que "... la actividad hostil terrorista justifica el uso del artículo 22 del Código Penal de Israel, referido al estado de necesidad, no sólo cuando la perpetración de un acto terrorista es inminente, sino también cuando sea posible y pueda ocurrir en cualquier momento. Así pues, la Comisión, después de reconocer que es imposible la obtención de información sin el uso de medios de presión, recomienda el establecimiento de formas selectivas de fuerza física y presión psíquica que describe eufemísticamente como 'moderadas', que además sean aprobadas y estandarizadas" (Informe: Presos Políticos Palestinos en Israel y Áreas Autónomas, p. 22).

El Parlamento israelí aprueba la "estandarización de las presiones físicas". Y es así que, con referendum democrático, la Comisión Landau legaliza la tortura en Israel y Territorios Ocupados. Tal legalización fue confirmada asimismo por el Fiscal General del Estado, en 1994. "Es obvio que las recomendaciones de la Comisión, en sí mismas y por las vías que abren, conceptual y prácticamente significan una invitación a ejercer el terror físico y psíquico con los detenidos de procedencia palestina. Entre 1987 y 1992 fueron detenidos por fuerzas israelíes 80.000 palestinos, en su inmensa mayoría varones, lo que representa el 24% de la población palestina masculina entre15 y 55 años" (Informe, op.cit, p.30). A la inmensa mayoría de los detenidos se les aplicaron torturas "moderadas", estandarizadas y legalizadas por la Comisión Landau, entre otras:

  • Golpes reiterados, habitualmente aplicados con instrumentos contundentes especialmente diseñados en cada caso.
  • Shabed, que consiste en forzar el estrés físico de los detenidos previamente encapuchados (desprovistos de visión), manteniéndolos en posturas muy forzadas durante largos períodos de tiempo, sin dormir y sin alimentación.
  • Asfixia por inmersión en líquidos y a partir de la colocación de bolsas de plástico sobre la cabeza de los detenidos, lo que imposibilita la respiración.
  • Aislamiento en sarcófagos u otros espacios muy pequeños con privación de alimentos y negación de accesos a los aseos. En forma simultánea, al detenido se lo amenaza de muerte a él y a sus familiares y amigos.
  • Uso de grilletes empotrados en las paredes de las celdas, que obligan al detenido a permanecer en cuclillas u otras posturas violentas, durante largos períodos de tiempo.
  • Aplicación de corriente eléctrica ("picana") en las zonas del cuerpo más sensibles de los detenidos, en especial sus órganos genitales.

"Los presos ordinarios, y de manera habitual, durante la época de detención inicial ('detención administrativa') sufren este tipo de tratos. Cuando hay presos especiales, también las torturas son especiales" (Informe, ps. 30-31).

Los llamados en Occidente "derechos humanos" de los palestinos en Israel y Territorios Ocupados sencillamente no existen. Entre 1987 y 1996, 1.500 palestinos han sido asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes, 120 por los colonos armados judíos fundamentalistas, y otros 153 ejecutados por los "escuadrones de la muerte", en algunos casos tolerados y en otros apoyados por las autoridades políticas y militares de Israel (lo que se llama la "alternancia democrática en el poder"). Entre 1987 y 1993 fueron dinamitadas 865 viviendas palestinas, causando un total de 7.985 habitantes desplazados de sus hogares. Sólo entre 1993 y el 12 de agosto de 1996, en pleno "Plan de Paz", el número de viviendas dinamitadas fue de 223. Durante el mismo período continuaron las deportaciones masivas de palestinos, violando no sólo los Acuerdos de Oslo sino además el IV Convenio de Ginebra.

La detención administrativa es la detención de una persona realizada al margen de cualquier intervención judicial. En Israel las detenciones administrativas pueden durar seis meses, y son prorrogables por otros seis meses, sin límite temporal alguno. 19.000 personas han sufrido y sufren detención administrativa en Israel "por motivos imperativos de seguridad".

Existen innumerables denuncias efectuadas por profesionales palestinos de la sanidad sobre el papel que cumplen los médicos judíos en el sistema penitenciario israelí. Su función es evaluar el grado de resistencia de los presos que van a ser torturados y mantener sus constantes vitales a niveles aceptables, a fin de llegar al final de cada cesión de tortura con el prisionero dispuesto a firmar su declaración de "culpabilidad".

Ya hemos hecho referencia a la cifra de 80.000 detenidos-torturados entre 1987 y 1992, que es el tiempo que transcurre entre la creación de la Comisión Landau y los inicios del "Plan de Paz". En enero de 1995 (Oslo II) existían 5.000 prisioneros palestinos en cárceles israelíes. Sólo 1.300 fueron liberados entre octubre de 1995 y enero de 1996. Pero esas liberaciones fueron "reemplazadas" con nuevas detenciones. Por lo que se puede estimar, en ausencia de datos fidedignos, que el número aproximado de presos palestinos en cárceles israelíes sigue siendo de 5.000, al día de hoy. Asimismo, el procedimiento de "detención administrativa" no se ha interrumpido a partir de la aplicación de los Acuerdos de Oslo, sino que por el contrario, se incrementó, según denuncias de las autoridades palestinas.

Las "desapariciones" de presos palestinos. Se trata de personas que habiendo sido detenidas en el pasado han sido dadas como no existentes por parte de las autoridades penitenciarias israelíes. El Instituto Mandela posee "evidencias circunstanciales" provenientes de las familias de los "desaparecidos" de que "... muchos de los desaparecidos permanecen encerrados en secciones especiales, en celdas separadas, bajo un control de aislamiento estricto en las prisiones de Atleet, Novi Tretsa, Al 18 Jalameh y en otras desconocidas". En 3.100 se evalúa el total de presos palestinos "desaparecidos".

miércoles, 11 de enero de 2012

Globalización y Sociedad Civil: Una Crítica

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Por El Emboscado

La globalización ha hecho más difícil la distinción entre lo nacional y lo internacional, entre lo interno y lo externo, parámetros de la realidad política internacional que se han ido difuminando tras el fin de la guerra fría. Sin embargo, confundir la existencia de redes transnacionales que operan más allá de las fronteras de los Estados, incluso más allá de su control, con la formación de una sociedad global es bastante ilusorio.

lunes, 9 de enero de 2012

Pachamamismo al servicio de las petroleras

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Rockefeller: amigo y promotor del indigenismo fundamentalista.
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Por Andrés Soliz Rada

El pachamamismo (o indigenismo fundamentalista) ha supeditado sus principios a compañías culpables de genocidios, extractivismo a ultranza y deterioro planetario. El poderío petrolero está identificado con la aniquilación de pueblos indígenas, fractura de países, invasiones y guerras de conquista. Así lo demuestra la historia de lo ocurrido en los últimos 100 años. En forma reciente, la Exxon Mobil de Rockefeller ha impedido que EEUU suscribiera el Protocolo de Kyoto y otros acuerdos internacionales que buscan reducir el calentamiento global. Logró que Washington equiparara seguridad nacional con acceso al petróleo, en tanto que junto a la BP, Repsol y Total ha impulsado abiertamente las guerras de rapiña en el Golfo Pérsico y en países árabes.

¿Los pueblos indígenas que reciben aportes económicos de la British Petróleum apoyan la ocupación colonial del Reino Unido en las Malvinas? ¿Les parece bien que en la guerra de Inglaterra con la Argentina, de 1982, los colonialistas usaran a los Gurkas de Nepal contra combatientes argentinos, muchos de ellos de origen quechua y aymara, cuyos padres había inmigrado al vecino país?

Las petroleras son la columna vertebral del orden mundial, en cuya base se halla el poder financiero, junto a sus paraísos fiscales, comercio de armas y narcotráfico. Las muchedumbres de indignados en Europa y EEUU han denunciado que los grandes Bancos y las petroleras han secuestrado la política, han aplastado la vigencia de los derechos humanos y han sometido a la justicia a intereses privados. ¿Cómo conciliar la “visión indigenista del desarrollo” con los intereses de Rockfeller y su pandilla? ¿Cómo compatibilizar la “transparencia”, predicada por la APG IG, y ocultar, por lo menos hasta ahora, sus acuerdos con Repsol. British, E:&:P Total y Nizkor (Rockefeller)?

El pachamamismo se presenta como la única corriente, a nivel mundial, capaz de plantear alternativas viables al capitalismo. Es absurdo creer que ese objetivo será logrado con el respaldo de multinacionales petroleras, mafias financieras y paraísos fiscales. El sistema capitalista está siendo debilitado, en cambio, a través de los movimientos de indignados del mundo industrializado, la rebeldía en el mundo árabe, la aparición de potencias emergentes y el fortalecimiento de pactos regionales al margen de EEUU y Europa Occidental, como ocurre en América Latina con UNASUR, el MERCOSUR, la CEE, el ALBA y la CELAC.

Las petroleras y los pachamámicos pretenden destruir a los Estados nacionales periféricos. Avanzaron en ese objetivo al obtener el reconocimiento constitucional de 36 inexistentes naciones indígenas en Bolivia. Lo que postergó, aún más, la consolidación de su entramado social indo mestizo.

El pachamamismo busca, con su financiamiento foráneo, vetar la ampliación del gasoducto Villamontes Tarija (GTV), que permitiría conectar los mega campos de gas con el Salar de Uyuni y los yacimientos mineros de Potosí, Oruro y La Paz. No se opone, en cambio, a la instalación de nuevas plantas procesadoras de gas, que cuadruplicarán los volúmenes de exportación. Lo anterior demuestra, una vez más, que los intereses de transnacionales y el pachamamismo aceleran la disgregación de Bolivia.

Más información en: Bolpress

domingo, 8 de enero de 2012

Indígenas y petroleras suscriben primer acuerdo en América Latina


Las ONG han logrado que transnacionales petroleras y “naciones” indígenas suscriban en Bolivia un primer acuerdo de espaldas a los Estados de la región. Un comunicado de la Asamblea del Pueblo Guaraní en Itika Guazú (APG IG) considera que el convenio firmado por los guaraníes del departamento de Tarija con Repsol, British Gas y Total E&P “es el primero de esta naturaleza firmado en América Latina con una empresa multinacional petrolera y que, por tanto, esperamos que tenga repercusiones en las prácticas de la industria petrolera, siendo también un aporte específico y concreto a las reivindicaciones de las comunidades indígenas bolivianas y latinoamericanas. Este comunicado tiene la finalidad de cumplir con los principios de transparencia financiera o corporativa y debe servir como notificación a los efectos legales oportunos”. El comunicado, expedido el 15-III-11, lleva las firmas del directorio de la APG IG.

sábado, 7 de enero de 2012

Los orígenes del Ser Nacional

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Por Juan José Hernández Arregui
(fragmento de "¿Qué es el Ser Nacional?")

En este rastreo del “ser nacional”, en el añida una de las falsificaciones que es necesario poner en descubierto, el concepto de la oligarquía sobre España. El nacimiento de la nacionalidad no puede segregarse del período hispánico. La historiografía del liberalismo conservador ha procedido a la inversa. El país empieza en 1810. Desligar a estos pueblos de su largo pasado, ha sido una de las graves desfiguraciones históricas de la oligarquía mitrista que se aquilató en el poder en 1853. Esta clase es española por sus orígenes. Ya hasta en su estilo de vida. Su posición frente a España, exige por tanto una explicación. El menosprecio hacia España arranca de los siglos XVII y XVIII como parte de la política nacional de Inglaterra. Es un desprestigio de origen extranjero que se inicia con la traducción al inglés, muy difundida en la Europa de entonces, del libro de Bartolomé de las Casas << Lágrimas de los indios : relación verídica e histórica de las crueles matanzas y asesinatos cometidos en veinte millones de gentes inocentes por los españoles >>. El título lo dice todo. Un libelo. Con relación a esta publicación, J. C. J. Metford, recuerda que, en la dedicatoria se invoca a Cronwell para “conducir sus ejércitos a la batalla contra la sanguinaria y papista nación de los españoles”. La “leyenda negra” fue difundida por los ingleses como arbitrio político, en una época en que los Habsburgos mandaban sobre Europa y amenazaban a Inglaterra, entonces una potencia de segundo orden. Tales diatribas compartían un estado patriótico generalizado. Y fue registrado por poetas como Tennyson: “Los reinos de España, reino de los diablos, y los perros de la Inquisición”.

A la inversa, Lope de Vega, llamará a Isabel de Inglaterra “sanguinaria Jezebel”. Las contiendas religiosas del siglo XVII entre España católica y la Inglaterra disidente, enmascaraban la liza por el poder mundial, hasta entonces empuñado por España. La creciente expansión inglesa se atavió de puritanismo, del mismo modo que la decadencia española de fanatismo católico. En realidad, lo que estaba en juego era el próximo desplazamiento del poder naval. Todo esto se entiende por sí mismo. Más difícil es comprender -tan mezquina es la causa- que las oligarquías criollas después de la emancipación, en lugar de conservar sus orígenes, denigrasen sistemáticamente a España a partir de la segunda mitad del siglo XIX, para romper de este modo, no con España que ya no era un peligro, sino con ellas mismas desde el punto de vista del linaje nacional.

Esta infidencia de la oligarquía para su raza y estirpe histórica ha tenido efectos duraderos en la cultura argentina. España dejó de ser parte rectora de un glorioso pasado europeo para descender a menoscabo espiritual, todavía perdurable en muchos argentinos que recibieron sobre España la idea extranjera que de sí misma se formó la oligarquía de la tierra - a pesar de su genealogía española- al ligar sus exportaciones al mercado británico. En tal sentido, este sentimiento antiespañol, es la remota proyección en el tiempo, de aquella inicial rivalidad entre España e Inglaterra. Y la denegación de España, de parte de la oligarquía, en su nuez, no es más que el residuo cultural mortecino de su servidumbre material al Imperio Británico.

Los pueblos, en cambio, se mantuvieron hispánicos, filiados al pasado, a la cultura anterior. Lo cual prueba el poder de esa cultura española que la oligarquía repudió para vivir en delante de prestado.

martes, 3 de enero de 2012

El Vandorismo traicionó y seguirá traicionando al Movimiento Nacional

ó.
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Por El Frente Negro

Respondemos aquí la réplica que recibimos de los compañeros de Socialismo Latinoamericano en el siguiente artículo, "Con los trabajadores, bajo banderas nacionales, populares y antiimperialistas", el cual a su vez responde a la crítica de algunas de sus posiciones que nosotros realizáramos en el artículo "Nacional y Popular: Con o Sin Moyano".