Bienvenidos a la Bahía

jueves, 24 de febrero de 2011

Contra el Capitalismo

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Por G.A. Cohen
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"Somos una democracia política. Pero no somos una democracia económica. No compartimos nuestros recursos materiales, y mucha gente en este país verían eso como una idea poco realista. La sociedad no estará siempre dividida entre aquellos que controlan los recursos y aquellos que sólo tienen su fuerza de trabajo para vender. Pero será necesaria mucha reflexión para resolver el diseño de un régimen de economía democrática, y será necesaria mucha lucha, contra privilegios y poder, para llevarlo a cabo. Los obstáculos hacia una democracia económica son considerables. Pero así como ahora nadie defendería la esclavitud, creo que llegará el día en que nadie será capaz de defender una forma de sociedad en la que la minoría saque provecho de la posesión de la mayoría."
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domingo, 13 de febrero de 2011

Prólogo de Política Británica en el Rio de la Plata

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"Hay quienes dicen que es patriótico disimular esa lacra fundamental de la patria, que denunciar esa conformidad monstruosa es difundir el desaliento y corroer la ligazón espiritual de los argentinos, que para subsistir requiere el sostén del optimismo. El disimulo de los males que nos asuelan es una puerta de escape que se abre a una vía que termina en la prevariación, porque ese optimismo falaz oculta un descreimiento que es criminal en los hombres dirigentes: el descreimiento en las reservas intelectuales, morales y espirituales del pueblo argentino."
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Por Raul Scalabrini Ortiz


lunes, 7 de febrero de 2011

Técnica vs. Dinero

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Por Oswald Spengler

La industria está adherida a la tierra como la vida aldeana; tiene su sitio señalado, y las fuentes de materia prima surgen del suelo en determinados puntos. Sólo la alta finanza es libre por completo, inaprehensible. Los bancos, y con ellos las bolsas, desde 1789 han ido respondiendo a las necesidades de crédito que siente en proporción creciente la industria; con lo cual se han constituido en fuerzas substantivas y pretenden ser, como siempre el dinero en toda civilización, la única fuerza. La vieja lucha entre la economía productora y la economía conquistadora se eleva hasta convertirse ahora en una silenciosa y gigantesca lucha de los espíritus en el suelo de las urbes cosmopolitas. Es la lucha desesperada entre el pensamiento técnico, que quiere ser libre, y el pensamiento financiero.